Me llamaste para preguntarme si seguía escribiendo, para contarme que no habría viaje a la Luna y que dejabas mi sorpresa colgando de un hilo, por si algún día sentías que debías dármela...Quisiste hablar conmigo, sin palabras, porque,así, decías, la verdad duele menos...Duele menos...Aunque en realidad duele lo mismo y perdura más con el tiempo, pero eso te gustaba, que te recordaran, que siguiesen ahí, para poder afirmar que en su historia, tú tenías uno de los mejores papeles...A lo de escribir te dije que sí, que había tenido unas pequeñas, pero grandes ideas, que nunca llevaría a cabo porque mis palabras y mi nombre no valen tanto. Tú sonreíste. Sabíamos que no llegarían muy lejos, con suerte a 346 kilómetros a la deriva de donde yo me encontrase, pero aquel puerto, por ahora, no lo encontraba...El silencio reinó todo nuestro mundo, toda nuestra despedida, porque llamabas para eso, para decir adios, y asegurarme que si me quedaba aquí, si que lo haría tu recuerdo, o las palabras o quizás la magia...Y quería irme tranquilo...La gente se va sin nada y vuelve con todo, me decías siempre...Y yo te contestaba que, en mi caso, me iría con todo y volvería con nada...y reíamos...Pero el silencio anidó en nuestra despedida, diciéndonos todo, sin palabras, porque así duele menos...Sólo faltaba colgar...El tiempo seguía...El tiempo corría y aún te faltaba llamar a más amigos, a compañeros, a tu madre...
Pero aquel silencio perduró los días que duró nuestra conversación muda...Antes de nada, antes de cortar el hilo, antes de sonreír sin sonrisa, antes de dejar de tener un papel en mi obra, antes de pasar de ser tú a ser alguien...
Dijiste: Echaré de menos tus labios y lo que va con ellos...Aunque nunca los besases, aunque nunca los rozases...Y así...Me fui.
Roosevelt
2
Hoy toca soñar, abrazado al trozo de pan que me acompaña durante toda la Navidad hoy me toca soñar.
Y desprenderme de todo me costaba tanto y ahora me cuesta tan poco...Y se la razón pero se que tiemblo...Sé que mi mundo tiembla...Lo sé desde aquel frío lunes...Lo sé y lo seguiré sabiendo...Y en momentos como este sé que no me temblaron las piernas al verte en un concierto lleno de gente a 4 grados y yo con polo. Sé que me temblaron de frío pero queda tan romántico decir que me temblaron de amor, que me lo tatué en el recuerdo...
Pero a veces esos recuerdos que nosotros mismos retocamos, salen a la luz en los momentos en los que me abrazo a mi trozo de pan en Navidad...
Si tuviera que hacer un balance de lo bueno y malo de este año, la verdad es que dudo de donde metería a ciertas personas, aunque a otras sé que las metería en el saco de: ''El 2006 y ya está'' Y no me arrepiento de nada, porque de todo se aprende...Pero hoy toca soñar, abrazado al trozo de pan que me acompaña durante toda la Navidad, hoy me toca soñar...
Soñar con que no crecí, con que sigo siendo igual, aunque cada día me de contra el muro de la realidad y me de cuenta de que pronto empieza lo retro de la vida, de que las cosas cambian, las personas se van y que ser niño hasta la eternidad tiene sus inconvenientes.
Quiero dejar de ser quien soy para unos, dejar constancia para otros. Así que, si me permiten, me iré a dormir...a soñar y a esperar a que mañana sea un poco menos real de lo que ha sido estas últimas semanas...Gracias...
Roosevelt
3
Chompa negra, botas de leopardo, una falda corta y la mirada perdida. Esta es la historia de la chica del autobús. Se sienta en contra del movimiento sin mirar a nadie, no se detiene en los pequeños detalles, y odia las grandes sorpresas. Está tan rota que sus ojos solo se pierden y se pierden en la nada, y es que nada era todo lo que le importaba...O eso quería creer.
Yo, desde mi asiento, la observo y pienso como dedicarle una historia, como escribir y que sea ella, pues la vida, a base de tortas, le ha adjudicado del nombre de 'la chica del autobús' porque siempre huye, porque nunca quiere seguir viviendo, ni para ella, ni para nadie. Maleta en mano, subió al mismo autobús que yo, perdió sus largos, finos y heridos dedos en su bolso, buscando los ochenta céntimos que le llevasen a la libertad. Se hizo esperar, aunque en realidad no hay nada más en aquel bolso...Solo le quedan monedas...Ahora eso es lo que tiene, y lo va a perder, por un billete de ida, pero nunca de vuelta...
Entra, se sienta y pierde la mirada a través del cristal. Desde un coche la sonríen y ella vuelve la vista atrás. No quiere sonrisas en su vida, así que vuelve con su pasado y su presente a perderse entre las calles de la gran ciudad.
Es Navidad y eso la enloquece mucho más...Yo la sigo mirando y me lamento de no llevar papel para escribir en ese momento su historia. Entonces ella se levanta, coge la maleta de recuerdos y suplica, con el corazón en la mano, poder bajar. Apreta tantas veces al botón de bajada, que pienso cómo puede tener tanta fuerza esa pequeña persona a la cual le dedico esta historia, su historia.
Sus ojos humedecidos quieren huir, quieren volver para que los amen y los curen, quieren dejar de perderse en un sitio diferente cada vez que algo sale mal. Las puertas se abren, ella se baja, empieza a andar y yo la pierdo....Aunque siempre me quedará la historia que soñé para ella en los diez minutos que duró nuestra amistad.
4
Hoy me apetecía escribir una historia, pero no la mía, pero si un conjunto de cosas que pasan a mi alrededor que me desconciertan y que quería escribirlas, hoy. Hoy me apetece contarles una historia formadas por grupos de gentes. Gentes que quiero con locura y que hacen, según mi alma, que sea diferente pero que me respeten.
Cuando él volvió a su vida, ella ya había vivido todo lo que no pudo vivir a su lado, o eso creía.Vivó desengaños con dolor y con alegría, vivió una pérdida, vivó en soledad y con más de un hombre en su vida. Vivió un conjunto de cosas que a él nunca sería capaz de contarle, pues la inocencia de aquella niña era la que había hecho que él la amase, aunque el verbo amar no es el más indicado.Porque él no la amó a ella, ella lo amó a él. Él se limitó a quererla, a cuidarla y a dejarla en el momento justo en el cual se atrevió a amar. Fue bonito o triste, según se mire, todo varía según de donde se mire...Esa es la cuestión de todo, eso y el muro.
El muro que se levantó el día en que olvidó el recuerdo más gozoso que tenía, el que más sonrisas le sacaba, ella olvidó su recuerdo...el único que lo mantenía a él con vida...y él fue muriendo poco a poco...y ella murió sin que él lo supiera...Así, de repente y te juro que no le dolió...O eso fue lo que todos quisimos creer...Que murió sin pensar en él...aunque creo recordar que me susurró al oido que aun buscaba ese recuerdo para mantenerla con vida...Y el recuerdo llegó el mismo día en que murió y él llegó también.
Ella, la muerte, él y el recuerdo...Y todos esos momentos vividos sin él que le impedían a ella ser quien fue...Y a él que le impedían amarla a ella...¿Qué pasó luego? Él la cogió de la mano, cruzaron aquella puerta, él le dijo:-si quieres te suelto pequeña y ella respondió:
-Un minuto más por favor, quiero seguir un minuto más...¿Sabes qué? El reloj se detuvo...y aún no ha vuelto a funcionar...Un minuto...eso es lo que te roba todo...un minuto...Pero seamos realistas por un minuto o por diez, pero no para siempre, porque siempre es mucho tiempo y con el corazón en la mano, ambos sabemos, tú y yo, que leemos esto, que está bien soñar de vez en cuando, cuando recibes, sin saber como, señales...de las cuales poseo el don de interpretarlas de la manera más erronea posible...Cosas que le pasan a uno...eso es lo que hay hoy, y mañana y pasado y por siempre...porque salir corriendo y volver nunca fue la solución, nada menos cuando no somos capaces de enfrentarnos a lo que dejamos tirado...Hoy no quiero que se detenga el tiempo...Hoy es un buen día..
Y sí, he cerrado los ojos cuando hemos estado los cuatro juntos, Fer, Caty, Lucia y yo, para inmortalizar ese momento por siempre!!!Porque no siempre nos juntamos los más ''puros y castos'' jejeje
Roosevelt
5
Sentí como se me paraba el corazón cuando vi tu nombre, y a los tres segundos, volvió a latir por ti
- ¿Te acuerdas de mi?
- No puedo olvidarte
- No digas tonterias...
Y no estaba camino de la muerte, pero vi pasar mi vida, nuestra vida, cuando en una de las veces que me hiciste sonreir, cerré los ojos. Aún me parece mentira como el paso del tiempo nos ha destrozado el alma y ha grabado en nuestra piel nombres de desconocidos, pero como seguimos desenpolvando los recuerdos que solo fueron tuyos y mios y aún podemos sonreir. Nos quisimos tanto que a veces todo me parece insuficiente, que te olvido a veces pero todo me recuerda a ti. Podríamos acabar con nuestra historia dejandonos querer en cualquier hotel, o salirnos del cuento dejandoles tiempo a otros corazones que no se puedan perder, como nos perdimos nosotros en medio de tanta inocencia.
- Sabes que te quiero ¿verdad?
- A veces te echo de menos.
Roosevelt
6
¿Eres feliz, tremendamente feliz? ¿Cómo nunca lo fuiste?. Si es asi, me alegro por ti, de veras, yo lo soy. Eso está bien.
Después de todo no me mereces y sí, tenías razón cuando decias que te daba demasiado...a veces me arrepiento, pero ahora no quiero hablar de ello. No quiero que esto sea lo ultimo que te diga. Simplemente que sé que me irá bien y sé que te irá bien. Lo sé, estoy seguro. Me he cortado el pelo. Ni siquiera me reconocerías, pero no por el pelo, si no porque ya no soy el mismo. Y como nunca pintaste en mi vida, este es el último email. De verás, este es el ultimo.
Espero saber de ti algo en algun momento en algun lugar. Te dire hola si te veo por ahi, quizas por respeto o por lo que sea...creo que te lo mereces...Y si, te vi cuando estabas por la clinica...es una de las cosas que uno no sabe...te vi y no queria verte, desde tu 1.60 cm. me diste pena.
Ahora estoy sonriendo, así que te dedico esta ultima sonrisa a ti, pequeña gran mujer, y dale un besazo a Sebas, y si alguna vez lo vas a tirar, oye, enviamelo!! jeje que me hacia mucha gracia.
Me alegro por ti y mucho por mi. De veras. Ambos encontramos aquello que buscabamos y dimos todo mientras estuvimos juntos pero como esto tenia final: acabó...Con cariño desde aquí, a donde te encuentres......''Decido olvidarte y vuelves a mi vida...¿Por cuánto? ¡NO LO QUIERO!.
Roosevelt
Quiero dejar de ser quien soy para unos, dejar constancia para otros. Así que, si me permiten, me iré a dormir...a soñar y a esperar a que mañana sea un poco menos real de lo que ha sido estas últimas semanas...Gracias...
Roosevelt
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Chompa negra, botas de leopardo, una falda corta y la mirada perdida. Esta es la historia de la chica del autobús. Se sienta en contra del movimiento sin mirar a nadie, no se detiene en los pequeños detalles, y odia las grandes sorpresas. Está tan rota que sus ojos solo se pierden y se pierden en la nada, y es que nada era todo lo que le importaba...O eso quería creer.
Yo, desde mi asiento, la observo y pienso como dedicarle una historia, como escribir y que sea ella, pues la vida, a base de tortas, le ha adjudicado del nombre de 'la chica del autobús' porque siempre huye, porque nunca quiere seguir viviendo, ni para ella, ni para nadie. Maleta en mano, subió al mismo autobús que yo, perdió sus largos, finos y heridos dedos en su bolso, buscando los ochenta céntimos que le llevasen a la libertad. Se hizo esperar, aunque en realidad no hay nada más en aquel bolso...Solo le quedan monedas...Ahora eso es lo que tiene, y lo va a perder, por un billete de ida, pero nunca de vuelta...
Entra, se sienta y pierde la mirada a través del cristal. Desde un coche la sonríen y ella vuelve la vista atrás. No quiere sonrisas en su vida, así que vuelve con su pasado y su presente a perderse entre las calles de la gran ciudad.
Es Navidad y eso la enloquece mucho más...Yo la sigo mirando y me lamento de no llevar papel para escribir en ese momento su historia. Entonces ella se levanta, coge la maleta de recuerdos y suplica, con el corazón en la mano, poder bajar. Apreta tantas veces al botón de bajada, que pienso cómo puede tener tanta fuerza esa pequeña persona a la cual le dedico esta historia, su historia.
Sus ojos humedecidos quieren huir, quieren volver para que los amen y los curen, quieren dejar de perderse en un sitio diferente cada vez que algo sale mal. Las puertas se abren, ella se baja, empieza a andar y yo la pierdo....Aunque siempre me quedará la historia que soñé para ella en los diez minutos que duró nuestra amistad.
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Hoy me apetecía escribir una historia, pero no la mía, pero si un conjunto de cosas que pasan a mi alrededor que me desconciertan y que quería escribirlas, hoy. Hoy me apetece contarles una historia formadas por grupos de gentes. Gentes que quiero con locura y que hacen, según mi alma, que sea diferente pero que me respeten.
Cuando él volvió a su vida, ella ya había vivido todo lo que no pudo vivir a su lado, o eso creía.Vivó desengaños con dolor y con alegría, vivió una pérdida, vivó en soledad y con más de un hombre en su vida. Vivió un conjunto de cosas que a él nunca sería capaz de contarle, pues la inocencia de aquella niña era la que había hecho que él la amase, aunque el verbo amar no es el más indicado.Porque él no la amó a ella, ella lo amó a él. Él se limitó a quererla, a cuidarla y a dejarla en el momento justo en el cual se atrevió a amar. Fue bonito o triste, según se mire, todo varía según de donde se mire...Esa es la cuestión de todo, eso y el muro.
El muro que se levantó el día en que olvidó el recuerdo más gozoso que tenía, el que más sonrisas le sacaba, ella olvidó su recuerdo...el único que lo mantenía a él con vida...y él fue muriendo poco a poco...y ella murió sin que él lo supiera...Así, de repente y te juro que no le dolió...O eso fue lo que todos quisimos creer...Que murió sin pensar en él...aunque creo recordar que me susurró al oido que aun buscaba ese recuerdo para mantenerla con vida...Y el recuerdo llegó el mismo día en que murió y él llegó también.
Ella, la muerte, él y el recuerdo...Y todos esos momentos vividos sin él que le impedían a ella ser quien fue...Y a él que le impedían amarla a ella...¿Qué pasó luego? Él la cogió de la mano, cruzaron aquella puerta, él le dijo:-si quieres te suelto pequeña y ella respondió:
-Un minuto más por favor, quiero seguir un minuto más...¿Sabes qué? El reloj se detuvo...y aún no ha vuelto a funcionar...Un minuto...eso es lo que te roba todo...un minuto...Pero seamos realistas por un minuto o por diez, pero no para siempre, porque siempre es mucho tiempo y con el corazón en la mano, ambos sabemos, tú y yo, que leemos esto, que está bien soñar de vez en cuando, cuando recibes, sin saber como, señales...de las cuales poseo el don de interpretarlas de la manera más erronea posible...Cosas que le pasan a uno...eso es lo que hay hoy, y mañana y pasado y por siempre...porque salir corriendo y volver nunca fue la solución, nada menos cuando no somos capaces de enfrentarnos a lo que dejamos tirado...Hoy no quiero que se detenga el tiempo...Hoy es un buen día..
Y sí, he cerrado los ojos cuando hemos estado los cuatro juntos, Fer, Caty, Lucia y yo, para inmortalizar ese momento por siempre!!!Porque no siempre nos juntamos los más ''puros y castos'' jejeje
Roosevelt
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Sentí como se me paraba el corazón cuando vi tu nombre, y a los tres segundos, volvió a latir por ti
- ¿Te acuerdas de mi?
- No puedo olvidarte
- No digas tonterias...
Y no estaba camino de la muerte, pero vi pasar mi vida, nuestra vida, cuando en una de las veces que me hiciste sonreir, cerré los ojos. Aún me parece mentira como el paso del tiempo nos ha destrozado el alma y ha grabado en nuestra piel nombres de desconocidos, pero como seguimos desenpolvando los recuerdos que solo fueron tuyos y mios y aún podemos sonreir. Nos quisimos tanto que a veces todo me parece insuficiente, que te olvido a veces pero todo me recuerda a ti. Podríamos acabar con nuestra historia dejandonos querer en cualquier hotel, o salirnos del cuento dejandoles tiempo a otros corazones que no se puedan perder, como nos perdimos nosotros en medio de tanta inocencia.
- Sabes que te quiero ¿verdad?
- A veces te echo de menos.
Roosevelt
6
¿Eres feliz, tremendamente feliz? ¿Cómo nunca lo fuiste?. Si es asi, me alegro por ti, de veras, yo lo soy. Eso está bien.
Después de todo no me mereces y sí, tenías razón cuando decias que te daba demasiado...a veces me arrepiento, pero ahora no quiero hablar de ello. No quiero que esto sea lo ultimo que te diga. Simplemente que sé que me irá bien y sé que te irá bien. Lo sé, estoy seguro. Me he cortado el pelo. Ni siquiera me reconocerías, pero no por el pelo, si no porque ya no soy el mismo. Y como nunca pintaste en mi vida, este es el último email. De verás, este es el ultimo.
Espero saber de ti algo en algun momento en algun lugar. Te dire hola si te veo por ahi, quizas por respeto o por lo que sea...creo que te lo mereces...Y si, te vi cuando estabas por la clinica...es una de las cosas que uno no sabe...te vi y no queria verte, desde tu 1.60 cm. me diste pena.
Ahora estoy sonriendo, así que te dedico esta ultima sonrisa a ti, pequeña gran mujer, y dale un besazo a Sebas, y si alguna vez lo vas a tirar, oye, enviamelo!! jeje que me hacia mucha gracia.
Me alegro por ti y mucho por mi. De veras. Ambos encontramos aquello que buscabamos y dimos todo mientras estuvimos juntos pero como esto tenia final: acabó...Con cariño desde aquí, a donde te encuentres......''Decido olvidarte y vuelves a mi vida...¿Por cuánto? ¡NO LO QUIERO!.
Roosevelt